Madrid es una ciudad que se vive. Cosmopolita, vibrante y profundamente cultural, es el corazón de España. Aquí conviven el arte clásico y la arquitectura palaciega con barrios modernos, mercados gourmet, terrazas animadas y una agenda que nunca descansa. Pasear por Madrid es descubrir una ciudad que se reinventa en cada esquina sin perder su esencia.
Dos de los lugares más icónicos de Madrid, situados a pocos pasos el uno del otro. En la Puerta del Sol encontrarás el famoso kilómetro cero y la estatua del Oso y el Madroño, símbolo de la ciudad. La Plaza Mayor, con sus soportales, terrazas y ambiente castizo, es perfecta para tomar un café o probar un bocadillo de calamares.
Es uno de los palacios más grandes de Europa occidental. Aunque no es residencia habitual de los Reyes de España, se utiliza para actos oficiales. Su interior impresiona por la riqueza decorativa y por estancias como el Salón del Trono o la Real Armería. No te pierdas el cambio de guardia.
Frente al Palacio Real, la catedral sorprende con su mezcla de estilos arquitectónicos. Puedes subir a la cúpula para disfrutar de unas vistas increíbles sobre el centro histórico.
Un oasis verde en medio del bullicio madrileño. Ideal para pasear, remar en el estanque, visitar el Palacio de Cristal o simplemente sentarse a descansar bajo la sombra de un árbol. Muy frecuentado por locales y turistas.
Uno de los museos más importantes del mundo. Alberga obras maestras de Velázquez, Goya, Rubens, El Bosco o Tiziano. Visitar el Prado es un viaje por la historia del arte europeo.
Hogar del «Guernica» de Picasso, este museo está dedicado al arte contemporáneo español e internacional. También encontrarás obras de Dalí, Miró y otros artistas vanguardistas del siglo XX.
Completa el llamado “Triángulo del Arte” junto al Prado y el Reina Sofía. Su colección abarca desde el gótico hasta el arte moderno, con obras de Caravaggio, Monet, Degas, Hopper y más.
Es la arteria más vibrante de la ciudad. Llena de teatros, cines, tiendas y edificios históricos, es perfecta para caminar, ir de compras o disfrutar de un musical.
Un regalo de Egipto a España, este templo milenario ofrece una puesta de sol inolvidable con vistas al Parque del Oeste y la Casa de Campo. Es uno de los rincones más especiales de Madrid.
Epicentro de la modernidad y la cultura alternativa. Cafés originales, librerías, murales callejeros, moda independiente… Es el barrio perfecto para quienes buscan un Madrid más auténtico y creativo.
Madrid ofrece alojamiento para todos los gustos: desde hoteles históricos hasta hostales con encanto y apartamentos modernos en pleno centro.
Situado en un rascacielos emblemático en la Gran Vía, destaca por su sky bar con una terraza de cristal a 100 metros de altura. Ideal para quienes buscan vistas panorámicas y una ubicación estratégica.
En el barrio de Chueca, este hotel combina diseño moderno con toques clásicos en un edificio del siglo XIX. Perfecto para quienes buscan un ambiente exclusivo y artístico.
A un paso de la Plaza Mayor, este hotel boutique es una excelente opción si quieres alojarte en pleno corazón histórico. Ofrece desayuno saludable y bicicletas gratuitas para moverte por la ciudad.
Colorido, vanguardista y con una de las mejores terrazas de verano en Madrid. Situado en Chueca, es ideal para parejas o viajeros jóvenes que buscan comodidad y vida nocturna cercana.
Para quienes desean vistas directas al Palacio Real sin gastar en un hotel de lujo. Habitaciones cómodas y buena atención en un entorno privilegiado.
Madrid es una fiesta para el paladar. De los bares de toda la vida a los restaurantes con estrella Michelin, pasando por mercados gourmet y tabernas castizas.
Famosa por sus huevos rotos, esta taberna tradicional en La Latina es un referente de la cocina madrileña. Reservar con antelación es casi obligatorio.
Reconocido por el Libro Guinness como el restaurante más antiguo del mundo, ofrece cochinillo y cordero asado en horno de leña. Está a pocos pasos de la Plaza Mayor.
Espacio gourmet con decenas de puestos donde puedes probar tapas, vinos, jamón ibérico, ostras, croquetas o dulces tradicionales. Ideal para una comida informal de calidad.
Restaurante con estrella Michelin que ofrece menús degustación creativos y sorprendentes. Un espacio sofisticado para una experiencia gastronómica de alto nivel.
En el barrio de Lavapiés, esta pequeña taberna ofrece comida casera a precios muy razonables. Raciones generosas, ambiente cercano y buena selección de vinos.
Madrid tiene zonas de estacionamiento regulado (zona azul y verde), y muchos parkings públicos. En el centro, lo mejor es optar por parkings subterráneos.
Madrid está excepcionalmente bien conectada por tren, carretera, autobús y avión. Es el principal nudo de transporte de España y uno de los más importantes de Europa.
La opción más directa es tomar la AP-2 desde Barcelona hasta Zaragoza y, una vez allí, continuar por la A-2 hasta llegar a Madrid. La distancia total ronda los 620 kilómetros, y el tiempo estimado de viaje es de unas 6 horas y 15 minutos, dependiendo del tráfico. Esta ruta es cómoda y está bien señalizada, aunque conviene evitar las horas punta a la entrada de Madrid.
Desde Valencia, la mejor ruta es tomar la A-3 en dirección oeste, que te lleva directamente hasta Madrid sin necesidad de desvíos. Son unos 350 kilómetros que se recorren en 3 horas y 30 minutos aproximadamente. La carretera es amplia y con buenas áreas de servicio.
El trayecto más directo es por la A-4 (Autovía del Sur). Sal desde Sevilla en dirección norte, pasando por Córdoba, y llegarás a Madrid en unas 5 horas y 15 minutos, tras recorrer unos 530 kilómetros. Es una de las autovías más transitadas, por lo que conviene evitar los fines de semana o festivos si no quieres encontrarte con tráfico denso.
La mejor opción es la A-1, que atraviesa Burgos y conecta con Madrid por el norte. El trayecto suma unos 400 kilómetros y se completa en aproximadamente 4 horas y 30 minutos. Atención especial a la climatología en invierno en zonas como el puerto de Somosierra.
El AVE Barcelona–Madrid conecta la Estación de Sants con Atocha en 2 horas y 30 minutos, con salidas cada hora. Es una opción muy cómoda y rápida, con servicios como AVE, AVLO (low cost) y Ouigo.
Desde la estación Joaquín Sorolla, puedes tomar un AVE que llega a Atocha en 1 hora y 50 minutos. Hay salidas frecuentes durante todo el día, especialmente en horas punta.
El AVE entre Sevilla Santa Justa y Madrid Atocha tiene una duración media de 2 horas y 30 minutos, con frecuencias regulares y asientos confortables. Es una de las rutas más utilizadas.
El trayecto en AVE desde Zaragoza Delicias hasta Madrid Atocha dura 1 hora y 20 minutos, con múltiples salidas diarias. También hay opciones de Media Distancia más económicas pero más lentas.
Desde Barcelona, el trayecto en autobús hasta Madrid es una de las rutas más largas. Tarda entre 7 y 8 horas, dependiendo del servicio y el número de paradas. Aunque es la opción más barata, el AVE es mucho más rápido y cómodo. El autobús puede ser interesante si viajas de noche o con presupuesto muy ajustado.
Desde Valencia, el trayecto dura unas 4 horas y 30 minutos, y es más razonable si buscas una alternativa al tren. Hay salidas frecuentes a lo largo del día, y algunas compañías ofrecen servicios exprés con menos paradas.
Desde Sevilla, el viaje en autobús a Madrid lleva alrededor de 6 horas, aunque puede alargarse en festivos o fines de semana. Es una ruta directa, pero si tienes acceso al AVE, suele ser mucho más cómodo y rápido.
Desde Zaragoza, el trayecto en autobús ronda las 4 horas, lo que lo convierte en una alternativa viable al tren si compras con antelación. No obstante, el AVE sigue siendo más rápido y con mejores frecuencias.